ANHELO
Un año fuera y ya la extrañaba, el recuerdo de la vida que había dejado atrás, y un fuerte deseo de regresar a Estambul, su tierra. Eso era lo único en lo que pensaba Tomi mientras miraba por la ventana y volvía a sentir aquel sol brillante golpeando su rostro a pesar de que las grisáceas nubes del cielo de Londres amenazaban con descargar. Sabía que no sería posible, su hogar quedaba muy lejos y aún tenía tres años de carrera para hacer que, a su regreso, su futuro estuviera más allá de aquel suburbio del que solo había conseguido escapar por medio de su esfuerzo. Contendría su deseo el tiempo necesario, sí, disfrutaría de aquel merecido premio y después regresaría. Eso era exactamente lo que iba a hacer.
BATALLA
Se arrastraba mientras todo su cuerpo temblaba. No tenía fuerzas para seguir con vida, estaba cubierta de grietas, exhausta y tenía una peligrosa herida en la cabeza, que solo se mantenía unida al resto de su cuerpo por un delgado hilo. El campo de batalla estaba cubierto de cadáveres y las pocas supervivientes, como ella, de aquella masacre, se encontraban demasiado débiles como para tratar de reagrupar las filas. Seguirían adelante, aquel lugar volvería a llenarse de vida, su esplendor resurgiría y estarían listas para un nuevo ataque. O, por lo menos, algo le decía que tenía que ser así. No conocía otro modo de vida, Sin embargo, cuando a ellas llegó la imagen de una bandera blanca cubierta de rayas, la pequeña neurona sintió que la batalla aún no había terminado. Su humano seguía estudiando.
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