Vale, lo reconozco. Me equivoqué. Creí que me estabas tomando el pelo, pero no. Tienes razón. Necesito ayuda.
Desde que te pusiste en contacto conmigo aquella tarde todo ha cambiado. Antes de que cortaras la comunicación pensaba que estabas loco y, justo cuando te fuste, de mi mano salió lo que parecía ser una bola incandescente (te prometo que JAMÁS había visto nada igual) que quemó el techo. Me asusté tanto que grité y eso solo empeoró la situación. Con aquel chillido desquebrajé el espejo de mi habitación en dos.
Tan solo han pasado tres días y, sin embargo, todo ha ido a peor. Desde aquella esfera, no he parado. Cada vez se han ido haciendo más frecuentes y me he visto obligada a encerrarme en mi habitación hasta que me digas cómo controlarlo.
Por otro lado está el tema de que ese mismo día empecé a escuchar unas voces. Solo me ocurre cuando estoy cerca de otras personas, así que he llegado a la conclusión de que puedo leer sus mentes(no sé si es cierto, pero es lo que yo creo).No sé si a ti te pasaría lo mismo aunque lo cierto es que yo lo encuentro bastante molesto. En ciertas ocasiones está bien, pero es que si hay cerca alguien no puedo concentrarme para hacer nada.
Para añadir más problemas te diré que esos ojos ambarinos me llaman, no puedo entenderlos, mas sé que lo hacen. Simplemente lo siento.
Espero haber sido capaz de enviarte esto entero y no chamuscado, ni en pedazos. Si lo he conseguido quiero que sepas que siento haberte hablado así, aunque tienes que entender que es difícil de creer al principio. Por eso he decidido escribirte para pedirte que me enseñes. Solo tú puedes ayudarme a controlar "el Poder". Por favor, respóndeme pronto. Tengo miedo. No quiero terminar calcinad@.
Un saludo,
desde hoy, Naura.
muy interesante pero siempre me dejas con ganas de saber más del tema
ResponderEliminar