Desde
mi rosa oí tu voz,
abrí
los pétalos
y te ofrecí mi corazón.
Por
ti, me quité las espinas,
Y
te ofrecí mi amor.
No
quise lastimarte,
Pero
eso no te importó,
Me
quitaste las hojas,
me
plantaste en un jarrón,
Me
alejaste de mi casa
para
tenerme en tu salón.
No
te importó mi vida,
ni
tampoco mi dolor y,
ahora que me estoy marchitando,
solo
te importa mi color,
¡Qué
te importa blanca o roja!
Pensé
que lo nuestro tenía pasión,
Solo
fue un engaño,
¡Me
usaste de decoración!
Y
como ya no te sirvo,
Me
arrojaste del balcón,
Estoy
rota,
Solo
quedan mis pétalos,
Donde
por primera vez
Tus
ojos me miraron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario