Vidas en tinta y papel
Miguel Ángel Jordán
88
Realista/juvenil
Rocío perdió a su padre hace algo más de un año y Marcos se vio tremendamente afectado por el
divorcio de sus padres. Ambas vidas corrientes, marcadas a fuego por una experiencia traumática y que el destino querrá que terminen juntándose.
Los dos escriben un diario y en él relatan sus vidas, sus problemas y el cariño que va creciendo, de manera inevitable, entre ambos, por mucho que quieran pensar que no es más que una mera amistad.
La presencia de Rocío provocará un cambio radical en la vida de Marcos, que romperá la máscara de falsa felicidad que parece valer con todo el mundo salvo con ella y se abrirá a un mundo que no le resulta tan espantoso como había llegado a creer. Rocío, por otra parte, verá cómo sus heridas mal cicatrizadas afloran cuando aparece un nuevo hombre en la vida de su madre, Luis, y que ella considera como una traición hacia su padre.
Dicen que no hacen falta muchas palabras ni una prosa demasiado elaborada para convertir una historia en algo que pueda llegar a transmitir y, después de leer este libro, supe que quienquiera que lo pensase estaba en lo cierto. Las palabras justas, la información concisa, sin filigranas lingüísticas ni complejas metáforas innecesarias. Una historia de dos vidas corrientes contada de forma simple, con frases que quizá no pasen a la historia de la literatura pero que consiguen llegar al alma o, por lo menos, eso creo.
Por otra parte, la estructura de este libro está bien y el que, a pesar de tratarse principalmente de dos diarios /el de Rocío y Marcos) me parece que el que en ciertas partes cruciales del libro utilice un narrador en tercera acaba con las dudas que pudieran surgir si se limitara a narrar siempre en formato diario.
Otro punto positivo que también radica en la estructuración son las dos visiones que nos ofrece de los mismos hechos y que muestran, con absoluta claridad, lo diversas que son las mentes humanas.
En cuanto a la historia, el autor nos demuestra que no son necesarias grandes tragedias ni problemas irresolubles para escribir un buen libro y que la vida misma, si se narra de la manera adecuada, puede constituir una en sí mmisma.
En lo referido al lenguaje, no tiene ningún problema, sin palabras excesivamente complejas y que dificulten el entendimiento del texto. Sin embargo, en ciertos momentos, creo que utiliza una prosa demasiado compleja para tratarse del diario de dos jóvenes de bachillerato. Un error, sí, pero pienso que se debe a la diferencia de edad entre el escritor y sus personajes y al conflicto que se produce cuando pretendes fusionar el habla de la calle, o la forma de escribir de los adolescentes, con un libro que tenga una calidad literaria aceptable. Difícil encrucijada, desde luego y la solución no siempre complace a todos.
También decir que hay determinadas partes en las que consigue que te sientas en una montaña rusa emocional. No se puede jugar así con los sentimientos de los lectores :*( Y, cuando digo partes ,no me refiero a páginas o capítulos, no. Te toma el pelo en un párrafo y al siguiente lo arregla. Eso, a pesar de que mata a mi parte lectora, hace reír a la escritora y esa contradicción me gusta.
Por último añadiré un punto muy positivo de este libro y es que, por alguna razón, despierta en mi una necesidad irrefrenable de escribir. Parece raro, lo sé, pero este es el estilo de libros que tanto me gustan por esa razón.
Hola¡¡ No conocía este libro y me ha llamado un poco la atención. Me lo apunto en mi lista de pendientes, no creo que lo lea ahora mismo pero seguro lo haré más adelante. Nos leemoos¡¡ Un besitoo
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